sábado, marzo 24, 2007
domingo, marzo 18, 2007
Sencia
‘Presente’. ‘Yo’. ‘Acá’. ‘Sí’.
En el colegio, en la facultad, en el trabajo, en distintos lugares y distintas situaciones, se toma presencia; o mejor podría decirse: "se explicita la presencia". Somos requeridos, y entrenados desde pequeños, a dar fe, muestra, de nuestra presencia, física.
La ausencia.... difícil explicarla. ¿Se trata de ver a la otra persona? ¿De sentirla? ¿De recordarla? ¿De homenajearla? Muchas veces, alcanza la presencia física; muchas otras, no. Pero siempre la ausencia se hace sentir... en el cuerpo, en la mente, en el deseo de uno. No es sólo extrañar, no es sólo lamentar... no es un vacío tampoco. Es una ausencia que no deja nada libre, al azar; por el contrario, llena grietas, colma de sentimientos, de tristeza, de dolor, o incluso de alivio y alegría. Pero... muta el cuerpo, cambia la mente, se transforma la mirada. Y nosotros, paralizados. Se agotan las respuestas. Inundan los sinsentidos. Se apaciguan las dudas. Pero todo pesa más… o menos.
Presencia-ausencia... un par que desde pequeños nos trastoca, llevándonos más allá de nosotros mismos. Nos abre la puerta, nos comienza a posicionar. Pero a su vez, nos 'inertiza' ante la ausencia.
¿Qué hacer?
Jo.
En el colegio, en la facultad, en el trabajo, en distintos lugares y distintas situaciones, se toma presencia; o mejor podría decirse: "se explicita la presencia". Somos requeridos, y entrenados desde pequeños, a dar fe, muestra, de nuestra presencia, física.
La ausencia.... difícil explicarla. ¿Se trata de ver a la otra persona? ¿De sentirla? ¿De recordarla? ¿De homenajearla? Muchas veces, alcanza la presencia física; muchas otras, no. Pero siempre la ausencia se hace sentir... en el cuerpo, en la mente, en el deseo de uno. No es sólo extrañar, no es sólo lamentar... no es un vacío tampoco. Es una ausencia que no deja nada libre, al azar; por el contrario, llena grietas, colma de sentimientos, de tristeza, de dolor, o incluso de alivio y alegría. Pero... muta el cuerpo, cambia la mente, se transforma la mirada. Y nosotros, paralizados. Se agotan las respuestas. Inundan los sinsentidos. Se apaciguan las dudas. Pero todo pesa más… o menos.
Presencia-ausencia... un par que desde pequeños nos trastoca, llevándonos más allá de nosotros mismos. Nos abre la puerta, nos comienza a posicionar. Pero a su vez, nos 'inertiza' ante la ausencia.
¿Qué hacer?
Jo.
lunes, marzo 05, 2007
¿Ellos o Nosotros?
Efímeros o duraderos... nuestra vida se llena de ellos.
Intensos o dudaderos... nuestro cuerpo se colma con ellos.
Terráqueos o soñados... nuestra mente se aleja gracias a ellos.
Ellos... vincúlense.
Personas, vínculos, relaciones, amistades, amores. Sinónimos para nombrarlos, sinónimos para comprenderlos. Antónimos para aprehenderlos.
¿Qué decir? Somos seres sociales. Eso dicen. Somos seres simbólicos. Eso se dice. El apremio de la vida nos lleva a entablar, desde el nacimiento, una relación de dependencia, arquetípica y perdida.
Nos movemos entre las personas buscándolo, intentándolo encontrar... hasta alucinándolo. Y sin embargo, siempre el gusto amargo en la boca. Cambiamos, mudamos... de ropa, de lugar, de personas, de vínculos, de amistades, de amores. Sinónimos y antónimos. Nuestro cuerpo se colma, con miradas, caricias, besos... Nuestra vida se llena, nuestra mente se aleja... encontramos y desencontramos... nos alegramos y nos frustramos... perdemos y ganamos… pero con el corazón.
De frente... con quien pelear.
De costado... con quien amar.
Detrás... con quien confiar.
Uno y tres a la vez... abunda la preposición "con". 'Ellos' no son ellos... 'ellos' son nosotros. La postración es cómoda, pero la actividad llena, colma y aleja.
Nosotros... vinculémosnos.
Intensos o dudaderos... nuestro cuerpo se colma con ellos.
Terráqueos o soñados... nuestra mente se aleja gracias a ellos.
Ellos... vincúlense.
Personas, vínculos, relaciones, amistades, amores. Sinónimos para nombrarlos, sinónimos para comprenderlos. Antónimos para aprehenderlos.
¿Qué decir? Somos seres sociales. Eso dicen. Somos seres simbólicos. Eso se dice. El apremio de la vida nos lleva a entablar, desde el nacimiento, una relación de dependencia, arquetípica y perdida.
Nos movemos entre las personas buscándolo, intentándolo encontrar... hasta alucinándolo. Y sin embargo, siempre el gusto amargo en la boca. Cambiamos, mudamos... de ropa, de lugar, de personas, de vínculos, de amistades, de amores. Sinónimos y antónimos. Nuestro cuerpo se colma, con miradas, caricias, besos... Nuestra vida se llena, nuestra mente se aleja... encontramos y desencontramos... nos alegramos y nos frustramos... perdemos y ganamos… pero con el corazón.
De frente... con quien pelear.
De costado... con quien amar.
Detrás... con quien confiar.
Uno y tres a la vez... abunda la preposición "con". 'Ellos' no son ellos... 'ellos' son nosotros. La postración es cómoda, pero la actividad llena, colma y aleja.
Nosotros... vinculémosnos.
sábado, marzo 03, 2007
jueves, marzo 01, 2007
Señores y Señoras, les presento a.... Olvido
01.45 AM.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde el último post sobre la postergación?
Parecieran siglos... siglos caídos en el olvido. Como tantas cosas en mí, como es característico mío, la constancia, o su falta... elemento clave en el abandono.
Pero no importa, esta vez, Olvido puede pasar como unas prolongadas vacaciones.
¡Cuánto tiempo ha pasado! ¡Qué poco ha pasado!
Constancia... tema recurrente. ¿A qué se debe su falta? ¿Qué ponemos en juego al comprometernos con algo o con alguien? ¿A qué se le huye al evitar las responsabilidades?
Qué fácil llevar a cabo responsablemente mandatos (estudio, deberes y obligaciones)... pero qué difícil comprometerse con el deseo. ¡Qué fácil olvidar desear!
Olvido es un personaje crucial en mi vida... y así lo imagino en la vida de tantos procastinadores. Olvido, compañero inseparable de tantas aventuras... ¿cuándo has de abandonarme?
Contigo y por ti he hecho centenares de malabares... por mí, tu has hecho maravillas también. ¿Pero por qué esa insistencia en enemistarte con Deseo? ¿Por qué forzarme a olvidar lo que deseo? ¿Por qué llevarme a olvidar todo salvo tu Nombre, Olvido?
¿Olvidar a Olvido? ¿Olvidar olvidar?
Ol vida r
¿Vivir para olvidar?... o… ¿Olvidar para vivir?
¿Cuánto tiempo ha pasado desde el último post sobre la postergación?
Parecieran siglos... siglos caídos en el olvido. Como tantas cosas en mí, como es característico mío, la constancia, o su falta... elemento clave en el abandono.
Pero no importa, esta vez, Olvido puede pasar como unas prolongadas vacaciones.
¡Cuánto tiempo ha pasado! ¡Qué poco ha pasado!
Constancia... tema recurrente. ¿A qué se debe su falta? ¿Qué ponemos en juego al comprometernos con algo o con alguien? ¿A qué se le huye al evitar las responsabilidades?
Qué fácil llevar a cabo responsablemente mandatos (estudio, deberes y obligaciones)... pero qué difícil comprometerse con el deseo. ¡Qué fácil olvidar desear!
Olvido es un personaje crucial en mi vida... y así lo imagino en la vida de tantos procastinadores. Olvido, compañero inseparable de tantas aventuras... ¿cuándo has de abandonarme?
Contigo y por ti he hecho centenares de malabares... por mí, tu has hecho maravillas también. ¿Pero por qué esa insistencia en enemistarte con Deseo? ¿Por qué forzarme a olvidar lo que deseo? ¿Por qué llevarme a olvidar todo salvo tu Nombre, Olvido?
¿Olvidar a Olvido? ¿Olvidar olvidar?
Ol vida r
¿Vivir para olvidar?... o… ¿Olvidar para vivir?