domingo, marzo 18, 2007

Sencia

‘Presente’. ‘Yo’. ‘Acá’. ‘Sí’.

En el colegio, en la facultad, en el trabajo, en distintos lugares y distintas situaciones, se toma presencia; o mejor podría decirse: "se explicita la presencia". Somos requeridos, y entrenados desde pequeños, a dar fe, muestra, de nuestra presencia, física.

La ausencia.... difícil explicarla. ¿Se trata de ver a la otra persona? ¿De sentirla? ¿De recordarla? ¿De homenajearla? Muchas veces, alcanza la presencia física; muchas otras, no. Pero siempre la ausencia se hace sentir... en el cuerpo, en la mente, en el deseo de uno. No es sólo extrañar, no es sólo lamentar... no es un vacío tampoco. Es una ausencia que no deja nada libre, al azar; por el contrario, llena grietas, colma de sentimientos, de tristeza, de dolor, o incluso de alivio y alegría. Pero... muta el cuerpo, cambia la mente, se transforma la mirada. Y nosotros, paralizados. Se agotan las respuestas. Inundan los sinsentidos. Se apaciguan las dudas. Pero todo pesa más… o menos.

Presencia-ausencia... un par que desde pequeños nos trastoca, llevándonos más allá de nosotros mismos. Nos abre la puerta, nos comienza a posicionar. Pero a su vez, nos 'inertiza' ante la ausencia.
¿Qué hacer?

Jo.

2 Comentarios:

Blogger Dandy dijo...

Tambien da para un vasto analisis esos casos donde la ausencia o la precencia de determinado individuo no producen ningun cambio en nosotros. No?

2:24 a. m.  
Blogger Joe dijo...

La verdad, tenés razón. Puede ser tema de un próximo post: nuestra indiferencia ante una 'adios'... ¿reacción espontánea o defensa?

12:10 p. m.  

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